miércoles, 17 de septiembre de 2014

El roble confundido...

Esta historia la repartieron como souvenir en la reunión de padres del pequeño y cuando la escuché, me encantó! Así es que se las comparto y espero que de todo corazón les llegue y la puedan compartir con sus hijos, como hice yo y con quien consideren que lo necesita!  Sobran palabras, creo que es muy clara! :)


Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos eran felices y estaban satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: No sabía quién era, ni para qué estaba ahí. 

"Lo que te falta es concentración", le decía el manzano. "Si realmente lo intentas, podrías tener sabrosas manzanas. ¿Ves que fácil es?" Y le enseñaba sus atractivas manzanas. 

"No lo escuches", le exigía el rosal. "Es más sencillo tener rosas 
¿Ves que bellas son?". "Pero mis naranjas son más sabrosas", añadía el naranjo. 
Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. 

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: "No te preocupes, tu problema no es tan raro, ni tan grave. Es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior". Y dicho esto, el búho desapareció. 


"¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...?" Se preguntaba el árbol desesperado, cuando de pronto, comprendió... 
Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: 
-"Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... Tienes una misión. ¡Cúmplela!". 

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.  

martes, 2 de septiembre de 2014

La chica de la cartera naranja.



Hace unos días, me tocó viajar en subte línea B hacia el centro para hacer un trámite. Cuando volvía para el lado de Los Incas, me pude sentar al lado de una mujer que tenía una cartera, tirando a bolso, de color naranja apoyada en su regazo.

La vi y adormilada como me suele poner el subte, me puse a pensar enseguida en las características del bolso, su color impactante, su tamaño, su resistencia, sus accesorios, cómo lo combinaría y otras cosas más.

Estaba en eso, cuando de pronto, así como de la nada, me doy cuenta que la dueña de la cartera se levanta rapidísimo de su lugar, (me asusté pues me sacó bruscamente de mis pensamientos), y le ofrece su asiento a una mamá que llevaba un bebé en brazos. Esta chica, con pocas palabras, le agradece el gesto pero se sienta en el asiento que le correspondía y que le había cedido un señor.

La protagonista de mi post volvió a acomodarse a mi lado y me dejó pensando.
Me dejó gratamente asombrada por la velocidad con la que se levantó para ofrecer el asiento, sin especular a ver si alguien lo hacía primero o sin pensar en qué dirían otras personas...

Me debatí internamente a ver si le decía algo o si me callaba y me guardaba la experiencia para mí.
Por fortuna, me decidí a hablarle brevemente justo antes que ella bajara y le dije
- Te puedo decir algo? No te asustes! Es bueno, te agradezco y te felicito por la acción que tuviste hace un ratito en pararte tan rápido para ceder tu asiento. El mundo necesita más gente como vos, dispuesta a ayudar sin miramientos".
Ella se puso contenta y me respondió, algo avergonzada y seguramente sorprendida también que era la costumbre que tenía, que así le habían enseñado, sonrió, se levantó y bajó de la formación.

Así es que esta chica de la cartera naranja, impactó con su bolso e impactó con su velocidad de respuesta para ayudar a otros. Y me hizo acordar de un post que compartí allá por el año 2011, una bella historia que me tocó el alma, me inspiró y aun me inspira cada día en verdad.

Se las dejo por si la quieren recordar o leer por primera vez: http://www.labandasiguiotocando.blogspot.com.ar/2011/08/liebre-o-tigre.html


Y me despido con esta última reflexión, seamos LIEBRES, rápidas en ayudar, proactivas, buscando el bien de los demás, para mí, es el verdadero sentido de la vida. El servicio.-


Un enorme cariño!!!