viernes, 28 de marzo de 2014

Lo dijo Victor...

Me encontré con él en FB y me "dijo" esto.
Quedé impactada, por la claridad de sus palabras.


Si bien no hay mucho por agregar, sólo me resta reflexionar en la cantidad de veces en las que no podemos cambiar las circunstancias, al menos en un principio o con la rapidez con la que lo necesitamos. Entonces, es ahí cuando nos enfocamos en nosotros, en lo que podemos hacer, dejar de hacer, comenzar, pensar, estudiar, aprender... y las cosas lentamente mejoran.

A veces incluso ni siquiera cambian.. solamente las vemos de una manera más positiva y ya eso es suficiente.
Otra veces, sí, cambian, sí mejoran y al estar enfocados en pulirnos, somos felices, brillamos y atraemos cosas positivas. Y si no cambian, al cambiar nosotros, conseguimos la madurez suficiente para alejarnos de lo que nos hace mal y crecemos!!

Viéndolo así.. es siempre una inversión trabajar por mejorarse, no?

Un cariño grande para todos!
Buen fin de semana!!!

ADORA

PD: más sobre Victor Frankl, haciendo click aquí

domingo, 9 de marzo de 2014

La mano de la princesa



Comenzando a leer el libro "Matemática estas ahí?" descubrí esta historia que me pareció genial para compartirla con Uds.

Basada en una serie checa de dibujos animados, la historia cuenta en varios capítulos, como diversos pretendientes buscan impresionar a la princesa para conseguir su mano.
Esos intentos se componen de las más variadas e imaginativas formas y despliegues de seducción, algunos más sencillos y otros magníficos y asombrosos, como uno que mostraba una lluvia de estrellas o de otro que realizaba un magnífico vuelo.
El tema es que van pasando uno a uno los pretendientes pero nadie logra conmover ni siquiera un poco, a la princesa. Al final de cada capítulo, siempre aparece el rostro imperturbable de la princesa.
Sin embargo, en el episodio final, en contraste con los anteriores pretendientes, él último extrae con humildad de su capa un par de anteojos que da a probar a la princesa, ella se los pone y le brinda su mano.


Me gustó analizar le historia.
Pensaba en cuántas veces alguien nos muestra las maravillas y bondades de alguna disciplina o de alguna solución o simplemente de algo, pero nosotros, como no tenemos puestos los anteojos para "ver", no somos capaces de apreciar su belleza particular, su encanto.
Y al revés también, en el rol de padres y educadores, nos esmeramos y hasta desfallecemos por demostrar lo mismo a nuestros hijos, y pensamos en mejorar la calidad de las "exposiciones" pero no en otorgar anteojos, nuevos puntos de vista,a nuestros hijos, nuestros oyentes.
Da para pensar y conseguirse unos buenos bifocales!!!

Y Uds, qué piensan sobre la historia?
Un cariño y gracias por pasar :)