viernes, 7 de octubre de 2011

Una manzana y un legado


Ya sé, no es noticia. Todos hablan de lo mismo por estos días. Es tema candente en internet. Pero no podia dejar pasar algunas, creo yo,  perlitas de aquel famoso discurso en la Universidad de STANFORD.
Enseñanzas de vida, de su propia experiencia personal. Ojo, no estoy diciendo que era santo de mi devoción, pero es innegable que fue un personaje emblemático, tal vez uno de los mayores innovadores del siglo pasado! Un artículo que me gustó mucho sobre él, lo pueden leer acá.
Aquí van:

Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas – es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencien su propia voz interior. Y más importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario.

Palabras fuertes, hasta crueles, pero CIERTAS. Cuántos caemos en esto? Por agradar, por no querer contradecir, por seguir los pasos de...? Por ir a lo seguro? Por miedo?

Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso – todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante.

Esta última frase, particularmente, me impactó. Si sólo pudieramos tener siempre la visión de la meta. Si no nos distrajéramos con cosas de menor valor, o en todo caso, no les diéramos más importancia de la que tienen en realidad? Cuán diferente sería nuestra vida?
Por supuesto, la pregunta inmediata que surge: Qué es lo realmente importante? Sabemos la respuesta?
Vale la pena tomarse unos minutos para contestarla y de paso reordenar nuestras ideas al respecto. (como dice Sthepen Covey, afilar el hacha). Me gustó esta reflexión porque muchas veces, yo misma primero, dejamos que el miedo sea el factor decisivo en ciertas cuestiones.

Jobs fue alguien que sencillamente no siguió los caminos tradicionales. Como dice el artículo, fue un hombre imperfecto. Imagino que habrá sido sumamente exigente, y que no todo habrá sido color de rosa, como ahora lo pintan. Fue un hombre imperfecto en busca de la perfección. Después de todo, no es lo que deberíamos hacer nosotros? Al menos así, lo veo yo. Eso es lo que rescato de Jobs, más allá del legado tecnológico.

Aprovechemos los consejos (los buenos y sabios). Busquemos ser como siempre digo, nuestra mejor versión. No perdamos de vista lo REALMENTE IMPORTANTE.
Y una cosa que agrego, tengamos el VALOR de hacer los ajustes necesarios.

A todos, lo mejor en este camino que es la vida!!!


Cariños,

3 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Fue un personaje emblemàtico, sin dudas.

Pero Bill Gates, tambien. Asì como George Bush.

Hablaba bien, pero su vida corriò detràs de las cosas materiales.

Ojalà esta gente exitosa fuera mas solidaria.


Un abrazo.

Princesa Adora dijo...

En eso coincido. A mí se me ocurrió hablar sobre él por la trascendencia que cobró con su fallecimiento.
En eso también coincido, es más, fue algo que me olvidé de agregar.

Nosotros, tenemos la ventaja de contar con sus palabras y consejos y el deseo de ser más solidarios.. :)

Gracias por estar, Gaucho!

David Cotos dijo...

Realmente Jobs dejo huella por sus palabras y su vida. Pero ya hace muchos años que había dado lecciones de vida, alla por finales de los 70. Pero muchas personas recien con su muerte se han acordado de lo que significo un hombre que nunca se dio por vencido desde todo lo que le ocurrió cuando era tan sólo un jovenzuelo.

Para mayor información: Ver la película "Piratas de Silicon Valley".

Saludos.